La fiebre porcina al acecho.
Mi vecino me despertó a las cuatro de la mañana con un telefonazo a mi celular. Seguramente se lo dio doña Sofía porque yo no le paso mi número a ningún hombre
—Edy, perdoname pero vamos a posponer la carneada del chancho…
Casi salté de alegría. Todavía no había encontrado una excusa para evitarme el mal rato.
—Primero lo voy a hacer revisar por el veterinario. No vaya a ser que tenga esta enfermedad chanchuna. Influencia, que le dicen…
—¡Ahh, sí! La infuenza porcina
—Eso, eso
—Gracias por avisarme, así seguiré durmiendo, porque ya me iba a levantar para darle una última afilada a mi facón.
Me miró con admiración. No cualquiera usa un facón, ya que esto significa que el que lo tiene encima, está dispuesto a pelearse con cualquiera que lo provoque, sin echar un paso atrás.
Creo que ya les había contado de este vecino, que me odiaba porque yo le había puesto a un de mis perros, como nombre: Mussolini. Cuando murió Mussolini me regalaron otro perro. Un enorme Dogo de Burdeos y este sí que se parecía a Mussolini. La misma cara, al menos como yo lo he visto en fotos, pero doña Sofía me pidió que lo llamáramos Boby.
Al menos ahora tengo tiempo para encontrar una buena excusa y no ayudarlo a matar al pobre chancho. Estoy seguro que me desmayaría.
El vecino, don Aramís, quedó agradecido por lo del Boby, porque seguramente esperaba y con mayor razón que le pusiera Mussoloni Jr.
Siempre viene a tomar mate con doña Sofía y le trae frutas de sus frutales y toda clase de hortalizas que el mismo cultiva en su huerta. A veces me da miedo que se quiera conquistar a la doña, porque como ambos son viudos… Espero que no sea así, porque yo no podría vivir en el campo sin ella.
Perdonen, pero me equivoqué de foto. Subí a Miss Daisy, la ovejita favorita de Sofía y no al Chancho.
ResponderEliminar¡Ya sabés subir fotos! Está linda la ovejita, se la ve muy dulce.
ResponderEliminarZafaste con lo del chanco, ¡quién diría que una peste te daría alegrías!
Ahhhhh, ahora sí lo entendemos mejor, estuvimos un buen rato tratando de dilucidar "el mensaje de la oveja"... jaja, bueno, después de todo, no viene nada mal poner a trabajar las neuronas un poco.
ResponderEliminarQueríamos agradecerte por el libro, ya lo bajamos y nos encantó, tiene recetas muy sencillas y ricas, las fotos están geniales. Bueno eso, gracias y un abrazo Mauri.