martes, 27 de octubre de 2009
El hijo de mi vecino 3
El hijo de mi vecino 3
Ayer lo conocí. Se presentó muy formalmente a las 7 de la mañana cuando yo estaba en el segundo sueño.
—Soy Piero Braguettini, el hijo de su vecino. Mucho gusto signore Edy.
Yo tenía ganas de acogotarlo. No se puede despertar a una persona a las 7 de la mañana. Ya empezó mal este chabón.
Sin embargo, mi natural bonhomía me hizo sonreírle y estrecharle la mano con naturalidad.
—El gusto es todo suyo —mascullé, y parece que no me entendió, porque me mostró una sonrisa de 76 dientes por lo menos.
—Vengo a agradecerle todo lo que ha hecho por mi padre, porque vecinos como usted ya no quedan — me dijo zalamero.
Tenía ganas de darle una puñalada en el pescuezo pero la oportuna intervención de doña Sofía lo salvó. Además ¿qué cosa me agradecía?
Lo único que me ha pedido el viejo en su vida, ha sido que lo ayude a matar un chancho y yo me negué muy cortésmente y le hice permutar el maldito chancho por cuatro corderos gordos que ya nos mandamos entre pecho y espalda.
—Pierito, te voy a preparar unos ricos mates, para que tomes con Edy, mientras nos cuentas de tu vida — le dijo la vieja.
|Carajo! Iba a tener que compartir la bombilla con el tano éste, que quizás dónde ha metido la boca o qué se ha metido en ella…
—¡Gracias, Sofía, pero hoy tengo ganas de tomar café con leche!— le dije
—Yo no voy a perdonar esos mates, que me ha dicho papi que usted los hace riquísimos. Y también me dijo que hace usted unas tortas fritas de locura.
¡Ahh, nó! ¡Eso si que nó! Doña Sofía me las hace solamente para mí. ¿Qué se cree este pendejo atrevido?
Doña Sofía estaba chocha con las adulaciones del maldito tano. No alcancé a hablar con ella para prevenirla de las posibles intenciones
del Pierito y la puta que lo parió. Seguro que vino a la Argentina para hacerlo vender al viejo alguno de los campos que tiene.
En realidad no sé porque me enojo, ya que es el único hijo del viejo y cuando pare la pata, todo va a quedar para él. Pero me indigna que venga con mentiras, a hacerse el héroe, para ganarse la idolatría de su padre.
—Contame, Piero, de tu trabajo que me ha dicho tu padre que es muy interesante y de mucha responsabilidad.
—¡No, no! Papi exagera todo lo que yo le digo. Es cierto que trabajo en la ONU, pero solo soy el traductor del Cuarto Secretario y part-time. O sea que cuando se enferma el traductor oficial de Cuarto secretario, yo lo reemplazo. A veces el traductor oficial, que es un viejo choto, se enferma de gravedad y yo lo reemplazo por varios días, pero, si sale un viaje, el maldito vejete se mejora enseguida y viaja él. ¡Claro! Si va con todo pago y con unos viáticos enormes…
—¡Qué hijo de puta! —no pude menos que decirle
—¡Sí! Es un mascalzone affeminato. Es un trafurello.
Yo no entiendo un corno de italiano, pero no pude menos que reírme al ver al Piero tan enojado.
Doña Sofía lo atiborró de tortas fritas y cuando yo quise manotear una, me dio una palmada en la mano aduciendo que yo no podía comerlas, porque estaba muy gordo.
—Contame, Piero, del Muro de Berlín. Tengo mucha curiosidad en conocer la historia de primera mano.
—No tengo ni idea, signore Edy. Cuando llegué a Europa ya lo habían derribado y yo era muy joven para andarme preocupando por esas cosas. No me interesaban.
—¿Y qué cosas te interesan en la vida?
Miró a doña Sofía que se hacía la distraída, pero yo sabía que estaba con las antenas paradas, tratando de escuchar todo. Piero se inclinó hacia mí y me dijo en un susurro: —¡las mujeres, me interesan, por sobre todas las cosas!
Este Piero es de los míos. No cabe duda. Y yo que sospechaba que era un malandrín, que quería esquilmar al padre. Me arrepiento de haber pensado mal de este muchacho tan simpático
Esta noche con la excusa de visitar el Bosque de los Escritores lo llevaré a lo de Paloma, para que conozca la mercadería mujeril del pueblo. Según muchas estadísticas serias, las mujeres más bonitas de la Argentina, viven en Derqui y también dicen que Paloma… ¡Buehh! ¡Ya lo verá!
domingo, 25 de octubre de 2009
El hijo de mi vecino 2
El hijo de mi vecino.
Yo quería saber todo lo referente al Muro de Berlín y su caída. No iba a permitir que un tanito estafador, por muy hijo de don Aramís que fuera, viniera a fanfarronear creyendo que los argentinos que vivimos en el campo somos estúpidos. Por más que busqué, rebusqué y consulté en Internet, no pude encontrar el nombre del hijo de mi vecino. Tampoco figura en Facebook. Para Internet, Piero Braguettini no existe.
No entiendo como pudo influir este tipejo, por más que en ese tiempo fuera un alto funcionario de la ONU.
Hice un resumen de la historia, de la tenebrosas historia del Muro de Berlín y aunque es un poquito larga es muy interesante y ya sabemos que el saber no ocupa lugar.
Hace ahora 48 años, el 13 de agosto de 1961, las autoridades soviéticas y de Alemania Oriental decidieron aislar la parte oriental de Berlín para detener el éxodo de ciudadanos hacia Occidente y ordenaron la colocación de las primeras alambradas. La construcción del muro comenzó unos días después, el 18 de agosto. Para entonces, muchos habían huido ya, y muchos otros siguieron intentándolo a pesar de la mole de hormigón. Alrededor de 250 personas pagaron con la vida su "osadía" de pasar "al otro lado". Para Occidente era el «muro de la vergüenza». Para el Este, su barrera contra el fascismo.
Su caída el 9 de noviembre de 1989, 28 años después de su construcción, fue el comienzo del fin de los regímenes comunistas en Europa Oriental.
Calculando que el hijo de mi vecino tiene ahora 40 pirulos, nació más o menos en 1969, o sea que cuando cayó el Muro, era un pendex de 20 años.
Mal podía haber sido un alto funcionario de la ONU. O sea que engañó a su padre o ahora el maldito viejo me quiere engañar a mí.í.
Pero el muro de Berlín no cayó en un día ni en un otoño, como escribía Gorvachov en su libro «Cómo fue. La reunificación alemana». Y es que el empeño de los berlineses en recuperar su libertad hizo posible que el Telón de Acero que había dividido en dos al mundo pasase a formar parte del pasado.
Objetivo: Occidente
El deseo de libertad fue para muchos más grande que la altura del muro. 75.000 personas fueron arrestadas por intentar escapar, 200 resultaron heridas de bala y cerca de 250 fueron asesinadas. Además, miles de ciudadanos fueron juzgados por ayudar a otros en su huida.
El primero en formar parte de la lista negra fue Günther Liltin, de 24 años, que fue abatido a tiros cuando trataba de cruzar nadando el río Spree.
Sin embargo, muchos sí lo consiguieron. Más de 40.000 personas lograron escapar. En los últimos años la cifra se disparó. En el verano de 1989 se produjo el mayor éxodo de alemanes orientales hacia la República Federal desde la construcción del muro. Muchos huían aprovechando las vacaciones estivales. Desde Hungría, vía Austria, lograban salir.
El vopo (policía de fronteras) Conrad Schumann, de 19 años, considerado un soldado leal al régimen comunista, fue uno de los primeros en huir a las pocas horas de que se levantara el muro.
Quince vopos murieron durante estos 28 años. Uno de ellos fue asesinado por los soldados occidentales que evitaron así la muerte de un joven de 15 años que intentaba huir.
Los berlineses agudizaron su ingenio para intentar escapar: un hombre cruzó el mar Báltico con un minisubmarino y consiguió llegar a Dinamarca; un vehículo Isseta fue empleado 18 veces para transportar a fugitivos, que se escondían en el hueco de la calefacción y en la batería; un coche consiguió pasar por debajo de la barra fronteriza gracias a su pequeño tamaño; una familia utilizó un cable tendido sobre el muro por el que se deslizaron y otros huyeron con un globo aerostático.
Una cadena de televisión norteamericana financió a cambio de la exclusiva la espectacular fuga de 29 personas bajo tierra.
Otros tuvieron menos suerte. Las imágenes del joven Peter Fechter agonizando tras ser alcanzado por los disparos de la policía impresionaron al mundo occidental.
Otro caso significativo fue el de Klaus Brüske, que herido por una bala, aguantó al volante de su furgoneta hasta llegar al otro lado del Muro para poder salvar a sus compañeros.
La última víctima fue Chris Geoffrey, que murió nueve meses antes del derribo.
Los berlineses que consiguieron llegar a la RFA tuvieron una muy buena acogida por parte de sus paisanos occidentales y el Gobierno les dio todo tipo de facilidades. Los medios de comunicación también contribuyeron creando un clima favorable a la integración.
Familias separadas
El Muro de Berlín dividió también el corazón de cientos de familias y amigos que vieron cómo una mole de hormigón les separaba de sus seres queridos.
Alemania hoy
Alemania es desde hace más de una década un país política y económicamente unido pero en algunos aspectos el Muro sigue dividiendo a los alemanes.
«Pensaba que la integración del este con el oeste llevaría una década, pero ahora creo que harán falta 40 años», declaraba a la NBC Edmund Stoiber, jefe de Gobierno de Baviera, durante la celebración del décimo aniversario de la caída del Muro.
La llegada de mano de obra joven y cualificada procedente de Berlín Oriental fue una buena noticia para empresarios y Gobierno, a pesar de los dos millones de desempleados que había en la República Federal en 1989. Un alto porcentaje de los nuevos contratos que se hicieron, sobre todo en los primeros años, han sido para los berlineses orientales, lo que ha provocado malestar en un segmento de la población, que acusa a sus paisanos de robarles sus empleos. Además, las empresas no tienen más incentivos fiscales desde que desapareció la frontera y algunas se han ido a otra parte.
Alemania sigue siendo la primera potencia europea y la que más contribuye a las arcas de la UE, pero la última cifra oficial de desempleados roza los 3,5 millones y no deja de aumentar. Según un informe del Gobierno presentado en abril de 2001, Alemania no ha logrado repartir bien su riqueza y las desigualdades sociales han aumentado de manera notable en los últimos 20 años. La brecha entre ricos y pobres se ha incrementado al tiempo que se evidencia la diferencia de rentas entre el este y el oeste.
Algunos germano occidentales se quejan también de la subida de impuestos propiciada por la reunificación.
Por su parte, los berlineses del este se han tenido que acostumbrar al paro, un problema que no tenían con los comunistas. Y tampoco ha sido fácil adaptarse a la economía de mercado.
Otras heridas continúan abiertas. Los poscomunistas alemanes, herederos del Partido del Socialismo Unificado (SED), favorable a la separación de las dos Alemanias, admiten que el muro no fue una solución, pero no han llegado a pedir perdón a las víctimas de manera colectiva.
Todavía no he hablado al respecto con doña Sofía, porque no quiero que sufra , pero deberé decirle la verdad respecto a Piero. Y luego a don Aramís.
Aunque pensándolo bien, ¿Qué me tengo que meter en la vida ajena? Solamente lo haré si este tanito pretende engañarme.
continuará
miércoles, 21 de octubre de 2009
El hijo de mi vecino
El hijo de mi vecino
Ya les he contado que mi ama de llaves, doña Sofía, anda noviando con mi vecino don Aramís, naturalmente se supone que yo no se nada. Ella debe tener uno 80 años y el viejo más o menos lo mismo.
Anoche doña Sofía me contó que el viejo anda super contento porque el hijo le avisó que lo visitaría. No lo ve, desde hace más de 20 años, ya que vive en Europa Me dice también que el muchacho es un importante funcionario en la ONU y es reconocido mundialmente por sus grandes logros.
Me da un poco de envidia y doña Sofía que me conoce bien, se da cuenta enseguida de lo que me pasa. Me abraza contra su pecho y me da unas palmaditas en la espalda. Mientras me aprieta contra sí, siento el aroma del pan casero, de la yerba mate, de la hierbabuena, del perejil, de las mil flores que ella cultiva en el jardín. Es el olor de las cosas simples que amo y que no cambiaría, ahora, por nada del mundo.
Debo dejar mi pasado atrás, en el baúl de los recuerdos. Lo que fue, ya fue y lo que no fue, ya no lo será jamás.
Me alegro por don Aramís y le digo a doña Sofía que puede disponer de todo el tiempo que quiera, si es que el viejo la necesita para atender a su hijo.
—Pensaba llevarle un par de botellas de buen vino o algún licor—me dice la vieja, mirándome con los ojos pícaros entrecerrados. Sabe que no puedo negarle nada y estoy seguro que ya las llevó. Y además sabe que yo sé.
Como corresponde a un buen vecino, por lo menos acá en al campo, me voy a la casa de don Aramís y lo felicito por la visita que va a tener. Debe ser una alegría total volver a ver a un hijo, después de tanto tiempo.
—Tengo il cuore alborotao—me dice don Aramís— Que mi hijo venga desde Ginebra a visitar a su padre que vive enterrado en este pueblo, en medio del campo. No hallo las horas que sea el lunes, para poder abrazarlo…
—¿Y porqué dejaron pasar tanto tiempo, sin verse? —le pregunté
—Mi hijo por su trabajo, es un hombre muy ocupado. La ONU lo manda de acá para allá. Que en Oriente está por comenzar una guerra, que la India y Pakistán, que los afganos, que los talibanes, etc. Mi pobre hijo se tiene que multiplicar por cuatro para poder atender los innumerables casos que la vida actual presenta y que él debe resolver. ¡Cómo si le pagaran tanto!
—¡Pero su hijo debe ganar una fortuna en el cargo que ocupa!
—Así es. Pero no le alcanza para nada. Porque mi hijo…(Acá don Aramís se tocó el corazón con ambas manos y con los ojos en blanco, continuó) mi hijo tiene un gran corazón y la mayor parte de sus emulo...emolumentos los dona para buenas causas humanitarias en el mundo. Con decirle que varias veces he tenido que mandarle un giro, para que pueda llegar a fin de mes.
—¿Acaso su hijo no sabe que la caridad empieza por casa?
Don Aramís me miró furioso. —¡Ya sabía yo que usted era un hombre raro! Pero lo que no sabía es que carece de corazón y sensibilidad. Mi pobre hijo gastó su fortuna (que la tuvo) en el asunto del Muro de Berlín. Por suerte siempre contó con su padre, modestia aparte, que lo apoyó en todo momento. En parte, gracias a él e indirectamente gracias a mí, los alemanes del Este son libres.
Casi me caí de espaldas al escuchar esto. Me despedí de don Aramís y volví rapidito a casa para entrar en Internet y enterarme de todo el asunto de la caída del Muro. La verdad es que no creía nada de lo que el pobre viejo aseguraba y lo que sí tengo certeza, es que el hijo de don Aramís debe ser un chantapufi, sinvergüenza y a lo único que viene a Derqui, es para esquilmar a su padre.
Lo conversaré con doña Sofía, que aunque viejita, tiene la mente lúcida.
continuará
viernes, 16 de octubre de 2009
!Qué cosa! ¿Nó?
¡Qué cosa!...¿No?
Estaba subido al tejado y le pedí a mi nieto que me alcanzara una maza.
—¿Una qué?
—Una maza. Es eso que está a tu lado, junto a tu pie derecho…
—¡Ah! ¡La cosa ésta! Ya te la paso
—Gracias. Ahora por favor alcánzame dos tirafondos
—¿Lo qué?
—Son para fijar las maderas.
—¡Ah! !Los cosos estos! Ya te los doy
—¡Gracias!
—¿No querés que te alcance el coso este para atornillar los otros cosos?
—¡Bueno! Pasámelo…Necesito algo para hacer peso y no golpear en el aire…
—¿Querés que te pase la cosa esta?
—¡Buena idea! Pasámela
—Tendrías que poner alguna cosa para arrodillarte o te van a quedar las rodillas llenas de cosas…
—Tenés razón. Decile a la abuela que te de algo para arrodillarme
—¡ABUELA! ¡El abuelo necesita alguna cosa para arrodillarse!
—Decile que se vaya al carajo…¿Porqué no contrató a un techista que sepa trabajar? ¿Qué tiene que andar encaramado sobre el tejado con los años que tiene? Además es seguro que con la primera lluvia, nos va a llover más adentro que afuera.
—¿Escuchaste, abuelo, las cosas que dijo la abuela?
—Soy viejo, pero no sordo. Decile a tu abuela que con el laburo que estoy haciendo, se va a ahorrar un montón de guita, para que se vaya a la peluquería a teñirse las lanas, de celeste, como le gusta a ella y si quiere puede ir a la pedicura a cortarse las pezuñas…!Ma fangulo!
—¡Abuelo! ¿Porqué usas esas palabras? El idioma castellano es muy rico en expresiones idiomáticas…
¡Plop!
lunes, 28 de septiembre de 2009
El arcangel Gabriel no aparece en los lugares que solía frecuentar
El arcángel Gabriel no aparece en los lugares que solía frecuentar.
Me puse el chumbo en la cintura, la cuchilla que me regaló Elidaros en el bolsillo trasero y en mi mano derecha llevaba un bate de béisbol de madera super dura y llamé a un taxi.
—Llevame al parque Lezama…!Rápido!
El tachero tenía una cara de amargado, como si alguien estuviera apretándole los huevos.
—¿Qué le pasa, amigo?— no pude evitar preguntarle…
—Es que recién terminó el partido, y los brasileños nos ganaron por goleada. ¡Estoy re triste, la puta que los parió!
—¡Yo estoy igual! Por eso voy a buscar a un amigo para reventarlo a garrotazos por falluto!
—¿Acaso se burló de usted? Porque en ese caso lo acompañaré para darle unos golpes yo también.
—No hace falta. Con los que yo le daré, va a tener para guardar, convidar, etc. Lo voy a dejar mormoso.
—¡Qué suerte! Digo que suerte que tiene usted de tener a alguien con quien desquitarse. Yo quise darle unos gritos a mi mujer, para desahogarme y me pegó con la sartén de las milanesas. Tuve que salir corriendo porque ella también estaba furiosa. Si lo llega a agarrar al Diego, el pobre gordo no sale indemne.
Me pareció un taxista fuera de lo común por el léxico que usaba. Por lo menos se notaba que tenía cierta educación. Así se lo dije.
—En realidad soy escritor. Manejo un taxi para vivir la vida real y obtener alguna idea para mis cuentos. Escribo mucho en Internet, en un sitio que se llama La página de los cuentos…
Me quedé muzzarela y no le dije nada que yo también tenía veleidades de escritor. A ver si todavía resultaba ser un enemigo que tenía antes y me hubiera visto obligado a garrotearlo un poco. Pero no podía ser, porque mi enemigo escribía muy pero muy mal.
Llegamos al Parque Lezama y me bajé en la puerta del Bar “El limbo”, donde mi ángel de la guarda, el arcángel Gabriel suele parar. Siempre está rodeado de mujerzuela, tomando moscato, que es su bebida favorita.
No estaba y según me dijo el barman, estuvo un rato antes, mirando el partido por la TV, pero se fue antes que empezara el segundo tiempo.
El muy guacho se dio cuenta de la que se venía, por el baile que nos estaba dando Brasil y se fue, ya que estuvo fanfarroneando toda la semana que Argentina iba a ganar, gracias a su ayuda, por intermedio de sus conexiones celestiales. Esos dichos le sirvieron para conseguir algunas copas gratis.
Vuelvo a tomar el taxi que me estaba esperando y enfilamos hacia Constitución. En Garay y Combate de los Pozos hay un piringundín donde trabajan varias chicas de la noche. A Gabriel le encanta pasar por ahí. El taxista bajó conmigo. En cuanto abrimos la puerta, se nos abalanzaron como seis chicas muy pintarrajeadas ellas y con los dientes inversamente proporcionales a la edad, según dijo el tachero (a más edad, menos dientes…
—Gabiel está en la chichocho—dijo la madama a quien le contabilicé tres dientes, si es que podemos llamar diente a algo que le sobresalía sobre el labio. Después me enteré que es un escarbadientes que lleva siempre.
Pueden estar seguros los señores lectores que Gabriel recibió su merecido y estoy convencido que nunca más volverá a ofrecerse para hacer ganar a la Selección, (juegue o no, Riquelme).
Ahora tendremos que enfrentar a Perú, pero la verdad es que no sé a que Santo encomendarme.
Dios dirá. (y no me refiero a Maradona)
martes, 22 de septiembre de 2009
Abducción
Abducción
El sábado a la noche tuve una experiencia asombrosa. Venía caminando por la calle Brasil, cerca de la estación Constitución, cuando vi que se me acercaban dos mujeres muy sonrientes. Como conozco bien la zona, no me extrañó, ya que esa calle es famosa por las mujeres que la caminan. Mi tío les dice “trotonas” y mi tía las llama “prostiputas”. Yo no soy de los que segregan a la gente según su posición social en el mundo. No discrimino a nadie. Estas mujeres que practican la profesión más antigua del mundo, siempre esconden un drama, un dolor, una pena que las obliga a hacer lo que hacen. Me estoy refiriendo a las chicas de la zona que acabo de mencionar, que se venden por monedas, no a las otras de alto nivel que pululan por los hoteles “cinco estrellas” y que no abandonarían su profesión por nada en el mundo. Igual son prostitutas.
Decía que se me acercaron y me ofrecieron sus servicios, dos al precio de una, que yo rehusé cortésmente, aduciendo que me estaba esperando mi novia y que andaba muy corto de dinero.
—¡Para otra vez será!— les dije mirándolas con ojos golosos y depravados, o al menos así creí que me verían. Tampoco quería quedar como un marica o que pensaran que yo era medio mariposón.
El asunto es que seguí caminando por la calle Brasil, que en ese lugar es muy oscura por todos los árboles que hay en las veredas.
—Maldito Macri, que no hace podar estos árboles— refunfuñaba yo, puteando al intendente.
De pronto vi dos sombras que se abalanzaron sobre mí y me dieron un terrible mamporro en la cabeza. Mientras se me doblaban las rodillas y caía, alcancé a pensar que eran las dos trotonas que me asaltaban para sacarme los pocos pesos que tenía.
—¡Uy! El relós — me imaginé pensando que me robarían mi querido relós con la cara del ratón MIckey.
Desperté acostado en una especie de camilla de hospital, y con las muñecas atadas y las patas también.
A ambos lados de la camilla estaban dos figuras, vestidas con una especie de sotanas con capucha, que no me permitían verles las caras.
—Hombre— me llamó el más gordo. —Somos de otro planeta y queremos que nos contestes algunas preguntas
Yo estaba quietecito, aterrado y sobre todo porque me di cuenta que estaba totalmente desnudo. Tenía frío y también vergüenza porque justo hoy quería darle una sorpresa a mi novia y me había afeitado mis partes pudendas y parecía un pollo recién pelado.
¡Maldita la hora en que lo hice! Pero, claro, no me iba a imaginar que me iban a desnudar dos marcianos o lo que fueran. Además es mucho más higiénico andar así (según mi novia) que todo peludo con esos pelos duros, hirsutos, sin peinar. Recuerdo una vez que me peiné y me engominé con Glostora y al rato me agarró una picazón de la gran puta. Tenía los testículos más colorados que huevo de ciclista en verano.
Desde entonces nunca más, pero mi novia me insistió tanto…
El gordo sacó una especie de Mp4 con pantallita y todo, de donde leyó las preguntas que ya tenía preparadas.
—¡Qué es modestia?
—Modestia es reconocer que uno es perfecto, pero sin decírselo a nadie.
El gordo empezó a tipear la respuesta y ahí fue donde le ví los dedos. No se si eran seis o siete dedos y sin uñas y parecían pequeños penes.
—¿Qué es la diplomacia?
—La diplomacia, mi querido señor, es el arte de decir “lindo perrito”, “lindo perrito”, hasta encontrar una piedra para tirársela.
—Y el cerebro ¿qué es?
—Es un órgano que sirve para que pensemos que pensamos.
—¿Qué es cura?
—Es una persona a la que todo el mundo le llama Padre, con excepción de sus hijos que lo llaman tío.
Yo no quería mirar sus malditos dedos, pero la vista se me desviaba y casi no podía aguantar la risa. El que parecía ser el meñique se me hacía familiar. Me hacía recordar al mío. No por lo chiquito, sino por lo sonriente.
—Indiferencia, ¿Qué es?
—Indiferencia es la actitud que adopta una mujer hacia un hombre que no le interesa y que es interpretada por el hombre como “se está haciendo la difícil”
—Intelectual
—Intelectual es un individuo capaz de pensar por más de dos horas en algo que no sea sexo.
—¿Dolor de cabeza?
—Es el anticonceptivo más usado por la mujer de estos tiempos.
—Y ¿Qué es un héroe?
—Individuo que, a diferencia del resto, no pudo salir corriendo.
— ¿Gualén, qué es?
—Creo que es lengua en argentino…
—Y lengua ¿qué es?
—Es el órgano sexual que algunos degenerados usan para hablar.
Estuvieron como dos horas haciéndome preguntas y yo muerto de frío, atado a esa camilla. El más flaco sacó su mano asquerosa y me la puso en la frente. Solo recuerdo haber visto una gran luz azul. Otra vez desperté. Pero ya no estaba atado. Estaba desnudo en una especie de calabozo con rejas en ventanas y puerta.
Un hombre con uniforme se acercó y me pasó una frazada a través de las rejas.
—¿Ya despertaste? Mirá que andar desnudo, borracho, con el frío que hace.
Le empecé a contar mi experiencia con los extraterrestres, pero me hizo callar.
—Mirá, no te creo un carajo y si fuera verdad tendría que hacer un enorme informe con tu cuento. Así que mejor andate a tu casa y acostate a dormir la mona.
Seguro que nadie me va a creer que esto me sucedió, así que mejor se los presento a ustedes en forma de cuento.
Pero juro que es verdad…
viernes, 18 de septiembre de 2009
La quinta de Derqui 2
La quinta de Derqui 2
Todo fue inútil con la Compañía de electricidad y me vi obligado a contratar los servicios de un electricista.
Aquella primera carta fue precursora de muchas otras que nos anunciaban diversos inconvenientes. El deshollinador (todavía quedan en el partido de Pilar y sobretodo en Derqui) varios miembros de este antiguo oficio, ya en estado de extinción. Decía que el deshollinador exigía de nosotros, vía municipal, clausurar ciertos tiros de aire, hacer colocar nuevas puertecillas, etc. En fin mucho trabajo, muchas molestias y muchos más gastos.. Los inspectores municipales nos exigían que hiciéramos llevar toda la basura que el anterior propietario, había acumulado junto al cerco. La casa también tuvo que sufrir como consecuencia de tanta actividad. Un día aparecieron unos hombres armados de serruchos, hachas y escaleras y nos exigieron en nombre de la Compañía de Teléfonos el acceso a nuestro terreno para podar una serie de ramas de haya porque entorpecían el paso de la línea, aunque nosotros no hacíamos uso de la misma. Cuando nuestro noble propósito de arreglarlo todo por nuestras propias fuerzas, sin gastar nada, resultó condenado al fracaso, resolvimos tomar en cuenta nuestros propios deseos: hicimos venir a un carpintero y le encargamos un banco rústico y una verdadera y simpática mesa campesina. Luego hicimos arreglar los baños, compramos una estufa y una cocina a leña que tenía un depósito para calentar el agua.
Hicimos revisar el techo, el pararrayos y las canaletas. El asfalto de nuestra terraza estaba completamente resquebrajado. Lo hicimos quitar, fundir y colocar de nuevo. Esta tarea dio trabajo a media docena de recios vecinos
Como una torta atrae a las moscas, así reunimos en torno nuestro, enjambres de vidrieros, cerrajeros, albañiles y pintores. La casa se llenó de zumbidos. Cuando respondimos a todas las exigencias oficiales y privadas, la casa fue nuevamente tasada por la Dirección Impositiva y ¡lo que son las cosas!, su valor se había acrecentado notablemente y claro, el impuesto subió en relación.
Ya habíamos tocado fondo con nuestros ahorros y sobrevivíamos gracias a un oportuno préstamo que me hizo mi hermana, quien también vive en Derqui, pero en un hermoso departamento de un edificio de gran categoría.
Ella siempre me pronosticaba que mi matrimonio no iba a ser duradero, al casarme con una mujer tan joven y menos aún, viviendo en el campo.
El tiempo no le dió la razón. Fuimos felices y amamos nuestra casa y aunque para mantenerla en buenas condiciones, a veces tuvimos trabajar como enanos y hacer grandes sacrificios. Pero valió la pena.
Ahora que estoy viejo, mi mayor satisfacción es subir a la bohardilla y observar al panorama. Tengo en torno a la casa coposos árboles, setos y ni un solo techo que impida la visión ¡Un verdadero parque!. Solo allá abajo, junto al lago, en la otra orilla, comienza el mundo poblado, se yerguen las casas y edificios, allá se oyen las bocinas de los automóviles, anda gente, se agita el pulso de la vida, el trajín del mundo comercial, mientras yo estoy acá arriba, tan apaciblemente viviendo en la verde y libre madre naturaleza.
¡Maravilloso!
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Mi quinta en Derqui
La quinta de Derqui.
Creo que muchos de ustedes, amables lectores, saben que vivo en La ciudad de Derqui, en una pequeña quinta, muy cerca del famoso bosque, entre cuyos árboles, la mayoría centenarios, pasean y pasan sus vacaciones la mayoría de los escritores ya fallecidos. Comprendo la extrañeza que ustedes deben sentir al leer esta afirmación. Pero es la pura y santa verdad.
Con mis propios ojos he visto a Borges, tropezando más de una vez con algún tronco caído, con alguna rama artera que lo golpeaba sin compasión, cuando pasaba a su lado. Sin embargo parecía feliz. Parece que le bastaba con sentir el olor, el aroma de los árboles medicinales, los eucaliptos, los alcanforeros, los tilos etc.
También he visto a Neruda, a la Storni, al Alejandro Dumas, en fin, a cientos de poetas y escritores que he admirado.
La leyenda dice que si uno admira a algún escritor, este se nos cruzará en nuestro camino e incluso, además de verlo, podremos conversar con él. No espero que me crean y si lo quieren intentar, no tienen más que venir al Bosque, pero con la condición de tener el corazón puro.
Mi casa está un poco alejada del pueblo y hasta los que conocen la región, han tenido, hasta ahora, dificultades en encontrar mi quinta.
Pero quien nos venga a visitar ahora, nos puede encontrar más fácilmente: tenemos junto al portoncillo del jardín una placa con mi nombre en letras blancas sobre fondo negro, que se notan a la distancia, y que se ven también de noche cuando la luz de la luna, cae sobre la verja.
Antes de instalarnos en la casa no poseíamos escudo alguno. Vivíamos sin nombre, como las altaneras casas de allá abajo, junto al lago, que rechazan todo escudo y se pasan la existencia sin ellos. En cambio poseíamos un buzón, simpático compañero de hojalata, con su ancha boca siempre abierta.
Como faltaba la llave, la portezuela permanecía abierta: se abría y se cerraba con el movimiento del portoncillo del jardín, y también el viento jugueteaba con él. Escuchábamos con agrado este son familiar.
En esta casa acogedora, habían anidado pájaros en el último verano: encontramos adentro un nido. Ahora las golondrinas están llegando y trayendo la primavera, desde las puntiagudas hojas de los pinos hasta los aleros del techo.
Por un tiempo las dejamos, pero luego limpiamos todo de esos huéspedes, inclusive el buzón y afirmamos con un cerrojo la puertecilla agitada. Algún día podría llegar correspondencia, pensamos.
Cada vez que estábamos ocupados fuera de nuestra casa mirábamos en el buzón por si había correspondencia
Era un lindo paseíto de la casa hasta el portoncillo del jardín, así lloviera. Las gotas que martillaban contra las hojas de los árboles acompañaban a uno, como un lejano redoble de caballos al galope.
La primera carta que llegó y que abrí lleno de ansiedad en el mismo sitio, nos aportó el aviso nada poético de que nuestra instalación eléctrica debía ser hecha de otro modo. Agregaba que nuestros enchufes, cables y llaves estarían en su mayoría alterados por la acción del tiempo y por no ofrecer absoluta seguridad, debían ser reparados a la brevedad.. Con los pisos y paredes recién arreglados, el anuncio no nos causó mucha gracia. Traté de exponer, en una visita personal a la Compañía de Electricidad, que nos sentíamos con esa vieja instalación, tan seguros como debía haberse sentido el antiguo dueño.continuará.
lunes, 14 de septiembre de 2009
Hoy cocinó mi cuñada...
Mañana vendrá mi hermana a prepararnos el almuerzo- me dijo mi peor es nada. -Se acaba de recibir en la Escuela de Gastronomía del Gato Dumas y la pobre se quiere lucir con su flamante título.
-Yo no tengo la culpa - me defendí, pero no hubo mas remedio que probar el masacote que nos preparó y ante las patadas que mi mujer me asestaba por debajo de la mesa, me tuve que morfar todo, y con cara de satisfacción.
Todo sea por la paz familiar...
jueves, 3 de septiembre de 2009
La tirada de piedra 2
La tirada de piedra 2
¡Qué viejo estaba Don Otto! Cuando me reconoció caminó lentamente hacia mí, para darme un abrazo, sin palabras y con brillo en los ojos.
—¡Hijo querrido! (se me arrugó el corazón cuando me llamó hijo). Me dio una sensación de culpa, como si yo lo hubiera traicionado.
—¿Porrqué no viniste antes?
No supe que contestarle, pero su mirada triste me dijo que me comprendía.Me hizo pasar para esperar a Erika que estaba al llegar del colegio que dirigía. El viejo estaba orgulloso que su hija fuera Directora del Colegio de Señoritas del pueblo.
Sacó una botella de guindado y me convidó un generoso vaso.
Se ve que don Otto recordaba las agradables tardes en que visitaba su casa y mientras esperaba a Erika, nos matábamos de risa contándonos chistes. Es un hombre con muy buen humor y pronto me contó el primer chiste. Claro que con su marcado acento alemán los cuentos perdían mucho de jocosidad.
—Escuchá éste, Edy, que es Jaimito…
Jaimito va al cole y la maestrra comienza la clase diciendo:
¡Pónganse de pie todos los alumnos que se considerren estúpidos!
Luego de unos segundos de silencio, Jaimito se pone de pie.
La maestrra le pregunta:
Jaimito ¿Tú crees ser estúpido?
No, señorita, perro me da pena verla parada, solita
Jajajajajajaj
No estuvo tan malo el chiste de don Otto, así que yo le conté otro:
—¿Qué le dijo una uva verde a una uva morada?
—Respira, por favor , respira
—Está bueno, Edy. ¿No te molesta que te cuente uno de judíos?
—¿Porqué me va a molestar, don Otto?
—Yo siempre me confundo contigo…Como tenés la costumbrre de contestar a una prregunta con otrra pregunta
—Cuente no más don, Otto…
Abraham llama a su hijo su hijo Samuel que vive en Nueva York y le dice:
-Lamento arruinarte el día, pero tengo que informarte que tu madre y yo nos estamos divorciando. Cuarenta y cinco años de sufrimiento es suficiente.
-Papi, ¿De qué estas hablando? !Y justo antes de las fiestas de fin de año! grita el hijo.
-No podemos soportar seguir viéndonos— le contesta el padre.
—Estamos hartos uno del otro y estoy cansado del tema así que es mejor que tú llames a tu hermana Ana en Chicago para contarle.
Y corta el teléfono.
Desesperado, el hijo llama a su hermana, quien explota en el teléfono.
-¿Cómo que se están divorciando? !Yo me voy a hacer cargo del asunto!
Inmediatamente la hija llama al padre y le dice:
—Ustedes NO se divorcian!. No hagan nada hasta que yo llegue. Ahora mismo vuelvo a llamar a mi hermano y vamos los dos con ustedes. Hasta entonces no hagan nada, ¿ESCUCHASTE BIEN?
Abraham deja el teléfono, mira a su esposa y le dice:
—Muy bien Ruth. Todo salió perfecto...Los dos vienen para las fiestas y se pagan los pasajes.
martes, 1 de septiembre de 2009
La tirada de piedra
La tirada de piedra.
Muchos de ustedes habrán escuchado sobre el deporte que en Europa llaman “Tirada de piedra”.
Acá en Argentina tuvimos una campeona que se llamaba Erika y que nos dio muchas satisfacciones en algunos campeonatos, especialmente en Alemania. Tengo que contarles que esta magnífica deportista, alguna vez fue mi novia y es posiblemente la mujer que más amé.
He decidido impulsar este deporte, casi desconocido entre nosotros, para que se destaquen muchos atletas que reúnen las condiciones para sobresalir el él.
Nada mejor que mi viejo club de barrio, que aunque esté casi totalmente transformado, lleno de máquinas de Pilates y otras yerbas y las mesas de la confitería estén ahora hechas de acrílicos y cristales, nada ha cambiado en cuanto a la sana disposición de los socios. He encontrado un apoyo total a mi iniciativa y ya están preparando las canchas donde se destacó mi antigua novia Erika.
Incluso el señor presidente de la institución propuso que se la buscara y se le ofreciera el puesto de Directora Técnica de Tirada de Piedra. Sometida a votación esta propuesta, el viejo baboso del presidente, no logró más que dos votos. El suyo propio y el voto del chupamedias que tiene por secretario. Ni yo lo voté, pero no porque lo considere un vejestorio baboso, sino porque yo siempre voto en contra de todo.
El asunto es que el Presidente igual impuso su postura y me tocó ir a ver a Ërika y ofrecerle el nombramiento.
Hace ya más de cuatro años que por cosas del destino y de la vida, no veo a Ërika. Terminamos, no puedo decir ni mal ni bien, solo que desaparecí de su vida, con el corazón destrozado y lleno de amargura. Me costó mucho tiempo reponerme y olvidarla, bah, olvidarla nunca, pero logré conseguir un poco de paz y reconciliarme con la vida y conmigo mismo.
Al llegar a la esquina de su casa, me temblaron las patitas, por tantos recuerdos que despertaron de su siesta forzada.
El papá de Ërika estaba barriendo la vereda, que las hojas de los árboles habían convertido en una alfombra crujiente al caminar sobre ellas. ¡Qué viejo estaba Don Otto! Cuando me reconoció caminó lentamente hacia mí, para darme un abrazo, sin palabras y con brillo en los ojos.
—¡Hijo querrido! (se me arrugó el corazón cuando me llamó hijo). Me dio una sensación de culpa, como si yo lo hubiera traicionado.
—¿Porrqué no viniste antes?
No supe que contestarle, pero su mirada triste me dijo que me comprendía.
cont.
miércoles, 26 de agosto de 2009
Recuerdos 4
Recuerdos 4
Estoy en Munich. Me he hartado de cerveza y de salchichas.
La última salchicha que comí fue anoche y me dijeron que estaba hecha según la receta de la mamá de Wagner, quien acostumbraba a comerlas para conseguir un estado mental varonil y marcial, igual que sus obras.
Lo extraño de esta salchicha, que es bastante grande, es su color. Es blanca. Me imagino que es por la tripa igual a la que traía el Paté-fois, antes que en la Argentina comenzaran a usar el plástico para hacer los embutidos..
En esta Cervecería en que estoy, uno pide cerveza y te traen una jarra de peltre y loza muy bonita, donde cabe por lo menos un litro.. Y si pide salchichas, te traen una bastante grande y apenas la terminás, ya te traen otra y así sucesivamente..
El dueño, un bávaro gordo y colorado, cuando se enteró que soy argentino, fue adentro y me trajo otra jarra, mas bonita aún y me la cambió por la que estaba usando.. Me explicó que la anterior estaba un poco desportillada y esta era nueva.
Como todos los argentinos terminan llevándose la jarra, ya sea afanándola o comprándola, el quería que yo me llevara la mejor que tenía.
Terminé mi cuarta cerveza, me pusieron la jarra en una bolsita y después de pagarle, el dueño se despidió de mí, besándome en ambas mejillas, a la francesa, según me dijo.
Tomé un taxi, un Mercedes Benz que rajaba la tierra, pero
Igual que en Buenos Aires, me paseó por todos lados antes de dejarme
en el Hotel.
Estoy solo en el Hotel. Terminé con Erika o mejor dicho, ella terminó conmigo. Creo que fue lo mejor. Algún día contaré los pormenores de este abrupto final. Era algo que se veía venir. Ya expliqué que soy un fatalista. Lo que tiene que suceder, sucederá.
El conserje, al verme llegar, me ofrece alguna compañía.
-¿Una rubia, jefe?
-¡No!
-¿Una morocha, jefe?
-¡No!
-¿Una negrita, jefe?
-¡No!
-¿Una pelirroja, jefe?
Ahí dude un poco, pero me repuse enseguida.
-¡No!
-¿Un muchacho, jefe?
-¡Andate a la puta que te parió!
sábado, 8 de agosto de 2009
Recuerdos 3
Recuerdos 3
Al fin el avión despegó de Ezeiza, rumbo a Alemania. Íbamos muy cómodos. Yo tratando de no mirar a la bellísima azafata, para no recibir otro codazo de Ërika, quien iba a mi lado, todo risas y mimos.
Parece mentira, pero me he dado cuenta que cuando vas acompañado de una linda chica, todas las demás te miran, te sonríen, prácticamente se ofrecen y cuando andás solo y de levante, no te dan ni la hora. ¡Cosas de mujeres!
El caso es que desde que la azafata nos indicó nuestros asientos, se las ingenió para rozarme la mano con la suya y sonreírme provocativamente. Uno no es tan tonto como para no darse cuenta de la intención.
Cuando repartió unas revistas, traté de no mirarla pero me volvió a tocar la mano y se le cayeron algunas sobre mis rodillas. Las levantó rápidamente , pero rozándome el hombro con sus pechos. Yo sudaba frío. Si Erika se daba cuenta, se iba a armar la gorda. Pero sí se había dado cuenta, pero en vez de enojarse con la aeromoza, se las tomó conmigo.
—Algo habrás hecho para que te provoque de esa forma —me acusó.
Fue inútil que yo negara todo y le dijera que no había notado ninguna insinuación. Quise cambiar de tema y le hablé de la Competencia, en la que iba a participar ella, dentro de 48 horas.
—Deberás concentrarte y descansar mucho, por lo menos 24 horas antes del Torneo —le dije.
Se quedó pensativa.
—Entonces no podremos hacer el amor —se quejó
—No importa. ¡Nos desquitaremos después de la Competencia! —le dije animándola.
Pero ella tenía otras ideas.
—¡Se me ocurre algo!—me dijo al oído, contenta como perro con dos colas. —¡Hagámoslo en el baño! ¡Ahora!
Se me erizaron los pelos de la nuca.
—¡No, Erika! No me atrevo. Además el baño de los aviones es muy pequeño para que entren dos personas. Y demasiado incómodo. Alguien nos puede ver y si se llega a saber te descalificarán o no te dejarán entrar a la Competencia por faltas a la moral…
—¡Me importa un rábano! Levántate y anda al baño. En exactamente cinco minutos me levantaré e iré yo también. Te golpearé la puerta con la música de “el Boca Juniors, campeón”
—¡No conozco esa música! Tu sabes que yo soy de River. Por qué no tamborileas Ta-ta-ta-ta-ta, ta-tá
—Pero si es la misma… ¡Andate ya!
Me levanté y me dirigí a la parte de atrás del avión. La hermosa azafata estaba en una cocinita frente al baño y al verme me sonrió seductoramente. Le contesté igual, con mi sonrisa mas seductora y abrí la puerta del baño. No alcancé a cerrarla cuando la azafata se me coló en el baño y cerrando la puerta con el pie, comenzó a besarme apasionadamente.
—¡Señorita! ¿Qué hace? —exclamé mientras ella me bajaba apresuradamente los pantalones.
—¡Va a venir mi novia y nos va a matar! —traté de asustarla, pero ella se subió la corta pollerita hasta la cintura y noté que no llevaba ropa interior. Sin dejar de besarme, sus manos ágiles me pusieron en posición.
—¡Dios mío! —jadeó, mientras trataba de fundirse en mí.
La posición era sumamente incómoda, parados, pero se las ingenió para colocar sus piernas alrededor de mi cintura y al fin consiguió que la penetrara hasta la raíz.
Yo estaba totalmente lúcido, por el temor que apareciera Erika, pero no alcancé a darle tres embestidas y ella enseguida llegó al orgasmo.
Dio un grito tan penetrante que lo debe haber escuchado hasta el piloto. Me salí de ella, se bajó la pollera y salió tan campante.
Me quedé en el baño rogando que Erika no se hubiera dado cuenta de nada. Me temblaban las patitas por el esfuerzo de la posición.
Pasaron como diez minutos y Erika no aparecía.
Temiendo lo peor me abroché el pantalón, me mojé la cara y me dirigí a mi asiento. Ahí estaba Erika de mucha plática con el vecino de asiento nuestro, porque era una fila de tres.
Cuando me vio noté que se turbó un poco, pero haciéndose la canchera me presentó al muchachón que era un alemán, que regresaba luego de vacacionar en la Argentina.
Era un tipo muy agradable y trataba de expresarse en castellano.
La miré a Erika interrogándola con los ojos y como no me decía nada le susurré al oído: —¿Porqué no fuiste al baño, la reputa que te parió?
Me miró sorprendida al verme tan enojado.
—Reflexioné lo que me dijiste y me di cuenta que tenías razón. Si nos llegaban a sorprender se iba a armar un escándalo. Por eso no fui. Pero si quieres…!Vamos ahora!
—¡Ahora es tarde! No haremos nada hasta que haya terminado el Campeonato.
Me había salvado, pero me había quedado con las ganas. Seguramente después me iban a doler los testículos. ¡Qué fea es la palabra testículo!
Pero, por mas que pienso no encuentro un sinónimo que suene mejor.
Pasó la azafata ofreciendo café. Ni siquiera me miró y eso que yo le busqué la mirada, con la esperanza que otro round me aliviara.
Esta vez sus atenciones y provocaciones fueron para nuestro vecino alemán que ni corto ni perezoso se levantó con el evidente propósito de ir al baño. Miré mi reloj. Volvió en siete minutos, un poco alborotado el cabello. ¿Se habrá quedado con las ganas también?
Con el ritmo que llevaba, la azafata se iba a pasar a todo el pasaje masculino, mucho antes de llegar a Francfort.
Sentí un escalofrío. Una mujer tan promiscua te puede contagiar cualquier cosa. Me paré de un salto y me fui al baño, que por suerte estaba vacío, donde me lavé y me restregué prolijamente y también dolorosamente mis partes. Llegando al aeropuerto me iba a hacer aplicar una inyección de penicilina o de lo que fuera, por prevención.
Mi hermana siempre me recomienda que use profilácticos, e incluso ella misma me los pone en los bolsillos, pero esta vez fue todo tan repentino, que me obnubilé y me olvidé por completo de usarlo. También voy a rezar un padrenuestro y un avemaría por las dudas.
Cont.
viernes, 7 de agosto de 2009
Recuerdos 2
Recuerdos 2
Estábamos desayunando, mi hermana y yo, cuando sonó el timbre con insistencia. Mi hermana fue a abrir y regresó trayendo a Erika. Me explicó que su entrenador, su tío, no podría acompañarla a Alemania y tampoco su padre, el bueno de don Otto.
Don Otto no quería viajar sin su hermano a Alemania y prefería quedarse e ir en otra oportunidad.
Erika quería que yo la acompañara, como su DT. Además ya tenía los pasajes y la estadía pagada por los organizadores del Campeonato.
Mi hermana estaba contenta de verme partir a visitar un hermoso país, sin pagar un peso. Además iría con mi hermosa novia.
—Partiremos en tres días. Antes me ayudarás a entrenar en el Club —mi dijo Erika.
Al día siguiente estábamos en el Club, en el sector de Tiro de la Piedra.
Este deporte, si es que se puede llamar deporte, consiste en tomar una piedra de más o menos 15 kilos y colocándose la persona dentro de un círculo, arrojarla lo más lejos posible. Hasta ahora nadie le ha podido ganar a Erika. Nadie se explica como ella, con una figura tan grácil, tenga la fuerza necesaria para arrojarla tan lejos. Ni siquiera tiene bíceps, tan solo un hermoso cuerpo normal. Cuando yo le pregunto de donde saca esa energía, se ríe con esa boca maravillosa que tiene y se toca el culito…
—De acá, tontito —me dice muerta de la risa.
Hay varios socios , chicos y no tanto, contemplando el entrenamiento. Veo en algunos la cara de lujuria que demuestran al observar a Erika. En especial, el hijo del farmacéutico al que llamamos Cabeza de Glándula, quien la mira con la boca abierta y colgándole un hilo de baba.
El Cabeza de Glándula es campeón de levantamiento de pesas y tiene un físico exuberante. Si lo vieran algunas cuenteras, se volverían loquitas por él.
Erika ha terminado de ejecutar los tres primeros lanzamientos y la veo venir hacia mí, piedra en mano. Me hago el dolubo y comienzo a atarme las zapatillas. Erika le pasa la piedra al Cabeza de Glándula y le pide que se la tenga.
Luego se acerca a mí y me da un largo beso.
—¿Qué tal estuve en el último? —me pregunta. Le contesto que ha sido un tiro divino.
A todo esto el Cabeza de Glándula está rojo y transpirando. No encuentra posición para seguir de pie y sosteniendo la piedra. Creo que se le van a desorbitar los ojos.
—Dame acá — le digo, queriendo ayudarlo.
Me pasa la piedra y por más que trato, no puedo sostenerla. Se me cae al piso, justo al lado de mi pata derecha. ¡Fiuuu! ¡Me salvé por un tantito así!
Erika se enfada conmigo, porque la piedra se pudo haber partido y es una buena piedra, me dice. Es de entrenamiento. O sea pesa 20 kilos 800 gramos. ¡La puta que la parió! Don Otto la fue a buscar a Córdoba, donde un picapedrero la dejó casi redonda.
—Espero que no llevarás este peñasco a Alemania ¿Nó?— le pregunto
—Por supuesto que sí. Llevaremos la de entrenamiento y tres oficiales, porque en Alemania son demasiado costosas y solamente las tallan en la región de Bavaria.
Casi me desmayé pensando en como voy a transportar esos cuatro monstruos. Seguro que voy a ganarme una hernia. Ya me veo arrastrando una enorme valija por el medio del aeropuerto, con la lengua por el piso.
Lo único que me consuela es pensar en la cantidad de cerveza que tomaré. Probaré todas. Negra, blanca, pilsener, malta, etc. Además la impresionante cantidad de salchichas que comeré. Se me hace agua la boca de solo pensarlo. Y todos los fiambres y embutidos que existan.
Total si engordo un cachitín, después voy al Gym y listo.
Mañana la sigo…
miércoles, 5 de agosto de 2009
Recuerdos
Recuerdos.
Ese día, el Club estaba de fiesta. Nuestra representante había triunfado en el Campeonato Interclubes de Tirada de Piedra.
Nuestra representante se llamaba Erika y era mi novia.
Yo estaba contento como perro con dos colas y todos los socios me felicitaban, como si hubiera sido yo el triunfador. Cosas del machismo.
Lo único que me apenaba es que iba a estar dos semanas sin verla, porque junto con el trofeo del Campeonato, había ganado el derecho de ir a competir a Alemania, al Campeonato Mundial de Tirada de Piedra.
La invitaban con todos los gastos pagados para ella y para su entrenador. Su entrenador era don Wilmar, un alemán grandote, tío de Erika. Se rumoraba en el Club, que era un criminal de guerra y que en realidad tenía otro nombre y que estaba escondido acá en la Argentina.
Erika, a pesar del rudo deporte que practicaba, era la dulzura personificada. Nunca amé tanto a una mujer como a ella. Su belleza hacía palidecer a las otras chicas del Club. Rubia, se dejaba el cabello con una larga trenza y su piel dorada , mas sus ojos de cielo, la hacían perecer una de esas valquirias de una ópera de Wagner.
Bailamos un rato y ante la envidia de mis amigos, ella me besaba cada vez que podía y me mordisqueaba las orejas y me llenaba de arrumacos.
Su hermano nos vigilaba muy de cerca, porque desconfiaba de mi amor para con su hermana. Había jurado que me descuartizaría si yo la hacía sufrir, aunque fuera un poquitito así.
Y yo estaba seguro que el bestia, cumpliría su amenaza. A él no le importaba que yo me acostara con Erika. Lo que no quería era que ella sufriera en lo más mínimo. Me refiero al sufrimiento moral o espiritual.
También viajaría a Alemania el padre de Erika, don Otto.
Cuando salimos del Club, Erka me dijo:
—Acompáñame a mi casa, así te despides de papá.
Nos fuimos a casa de Erika, para despedirme de don Otto. No estaba y volvería dentro de dos horas, motivo por el cual Erika me arrastró a su dormitorio y me hizo de goma.
Traté de resistirme, sin éxito. Le dije que no tenía protección y me contestó que ella tomaría la pastilla del día después. Que no me preocupara, que cerrara los ojos y la dejara hacer…
No hizo falta que se esforzara por convencerme, ya que soy fatalista y siempre digo que lo que tiene que ser, será.
Después, como siempre, me quedé dormido como un tronco y me despertó el vozarrón de don Otto, quien para despertarme me tuvo que tirar un vaso de agua fría en la cara.
—Ser falta respeto total, con mi casa, con hijita mía, con mi perrsona. Pobre inocente hijita mía, deshonrada por un judío maldito —lloriqueaba el viejo.
—¡Basta, papá! Mi novio no es judío y yo soy bastante adulta para que tú me andes cuidando —le gritó Erika
—Perro si no es judío, entonces ¿Porrqué se llama Mauricio?
Entonces intervine yo, más tranquilo y le dije:
—Vea, don Otto. Mi mamá me llamó Mauricio por un cantante que ella admiraba. Nada menos que Maurice Chevallier.
—Igual yo creer que ser judío. Yo querer ver pajarrito…
Las carcajadas de Erika me hicieron sonrojar.
—Bueno, Mauri ¡Mostrale el pajarito a papá!
Lamentablemente y contra mi voluntad, tuve que pelar.
El viejo me revisó, se sonrió y dirigiéndose a Erika le dijo:
—Vas a ser muy feliz con este hombrre.
No me atreví a decirle que no pienso casarme jamás…
Con el dedito nooo!!!
Tarzán era el de antes...
martes, 4 de agosto de 2009
Campeonato de natación en mi Club
Hay miradas que matan
sábado, 1 de agosto de 2009
Bienvenido cuñadooooooo...
viernes, 31 de julio de 2009
Saludo
Saludo
No sé si se habrán dado cuenta que hace raaaaato que no me ocupo de mi blog. Tampoco he visitado los de mis amigos y los que sigo porque me gustan. Estuve un par de semanas en retiro espiritual en la Provincia de Mendoza. Sí, en la del Sol y del buen vino. Me la pasé cinco días en el monasterio y diez días en el hotel, durmiendo la mona. Me tomé todo. Hasta la presión.
Conocí todas las bodegas y viñedos y probé todos los vinos habidos y por haber. Saqué fotos, que de a poco iré subiendo para que ustedes también las admiren.
Esta primera que subo es la de una viejita de la localidad de Tunuyán que le manda este saludo a todos los porteños.
lunes, 20 de julio de 2009
Imaginación
Este es un poema en homenaje a Oliverio Girondo
Imaginación
¿Quién me ordenó quedarme en este pueblo perdido de Dios?
¡Ha de ser tan lindo embarcarse en una fragata!
Durante las noches de luna, los marineros nos reunimos sobre cubierta. Algunos tocan el acordeón, otros acarician una mujer de goma. Yo fumo mi pipa en compañía de un amigo.
El mar me ha endurecido las pupilas. He visto demasiados atardeceres.
¿Con qué puerto, con qué ciudad, no me he acostado alguna noche?
¿Las velas serán capaces de brindarme un horizonte nuevo?
Un día en que la calma ya sea una maldición, bajaré a mi cucheta, me desanudaré el pañuelo de seda y me ahorcaré con una trenza de mujer.
Basado en Girondo.
miércoles, 8 de julio de 2009
Ya tenemos Selección...
Ya tenemos Selección…
Otra vez estoy viajando en el 60, para ir al Bar “El Limbo” a charlar un poco con mi Ángel de la Guarda, respecto a la ayuda que puede brindar a la Selección Argentina de Fútbol.
—No me he olvidado de mi promesa —me dijo Gabriel masticando pausadamente una empanada de jamón y queso (especialidad de El Limbo)
—¿Y cuál será tu próximo paso? En realidad será el primero porque hasta ahora no has hecho un carajo…
—Esta noche me meteré en los sueños del Diego y lo convenceré de armar la Selección tomando como base al Campeón Argentino o sea a Vélez y también tomando dos o tres jugadores del equipo que salió segundo, o sea de Huracán. Que los extranjeros se queden en Extranjia. Sólo seremos jugadores argentinos. Los mejores.
—Pero no lo dejarás afuera al Messi, al Mascherano, al…
—¡Claro que sí! Será un equipo totalmente argentino, con jugadores que estén actuando acá, en la Argentina. Esta será una verdadera selección.
Voy a recomendar especialmente a los siguientes jugadores de otra división pero geniales para la selección: Arquero: Gustavo Molina del Cambaceres, Delantero :M. Cazenave del Sacachispas y también un buen defensor: Mario Marcos Cambi.
Si el Diego los pone ante los rusos el 12 de Agosto, los vamos a bailar con show de goles. Y de paso nos vamos preparando para darle la salsa a los brasileiros.
Creo que el Arcángel Gabriel está un poquito chiflado. ¿No me habré equivocado al pedirle ayuda? Si perdemos con los rusos tendré que irme a vivir a donde el Viento pega la vuelta. Es decir a Derqui. Buehh, no me preocupo. La culpa la va a tener el Diego…
viernes, 26 de junio de 2009
Don Sata es brasileño
Don Sata es brasileño
—Lo lamento, Edy, pero no te puedo ayudar en esto. Tu Selección tendrá que arreglárselas sola. Y te diré algo que no se lo he dicho a nadie. Estoy a favor de Brasil.
—Pero Su Excelsa Majestad, hemos sido amigos por mucho tiempo. No me puede dejar a la buena de Dios…
—¡No digas esa palabra, maldito! Yo soy de Brasil y haré todo lo posible para que ganemos a la Argentina por un abultado score. Y no me digas nada más, que no voy a cambiar de opinión…
—Mire Su Gracia Pedorra que yo soy amigo de Mariela Torres…
—Y qué hay con eso? Yo soy amigo de los muchachos de Blá-bla-bla…
—También soy muy, pero muy amigo de Clara y Pepe, Los chuquis. Ambos son muy buenos para el cuchillo y dicen que la Clarita es capaz de castrar a un mosquito en el aire. ¿Eso no le dice nada? Oh Gran Candidato, Compañero de fórmula de Narváez…
—Es inútil que me digas cosas bonitas. Mi respuesta es No…
—Entonces le pediré ayuda a mi Ángel de la Guarda…Oh Pedazo de Sorete de Pelé, Envuelto Para Regalo. Él me ayudará. Me lo debe…
—Jajajajaj Mirá a quien le pedirás ayuda. Nada menos que al borracho del Cabo Miguel…
La gran flauta…Ahora el Arcángel Miguel solamente es Cabo. La última vez que lo vi, era Sargento del Ejército Celestial. ¿Qué macana se habrá mandado?
—Mirá Diablo de Mierda. Tenés 15 segundos para decidir si me vas a ayudar o tendrás que atenerte a las consecuencias…
—¡Mirá como tiemblo, las reputas que te parió! Porqué no le pedís ayuda al Diego? ¿Ustedes los argentinos no decían que era Dios?
Que lo demuestre ahora… y basta de cháchara. Me voy
Y se fue el Diablo maldito.
Me voy a la esquina a tomar el 60, para ir al Bar donde sabe parar mi Ángel de la Guarda. Un poco después del Parque Lezama me bajo y en una callejuela muy frecuentada por mujeres del bajo mundo y que casi todas fuman, en una esquina está el Bar El Limbo. Ahí está el sinvergüenza de Gabriel acompañado de dos mujeres bien pintarrajeadas, comiéndose unos sándwiches de mortadela y tomando unos enormes vasos de moscato.
Me reconoció enseguida:
—¡Edy, viejo y peludo¡ ¡Vení a acompañarnos, la putísima que te reparió!—me dijo cariñosamente
—¡Hola Gabriel, huacho mal nacido, feto de la gallina que ponía los huevos cuadrados! ¿Cómo estás?
—¡Mozo! ¡Traiga un moscato para el Pibe y un sánguche de arrollado bien picante!
Este Gabriel todavía me dice Pibe a pesar que hace raaaaaaato que dejé la pubertad. Y aun se acuerda de mi sandwich preferido. Menos mal que parece de buen humor
—Te quiero pedir un gran favor, Gaby y espero que no me niegues tu ayuda…
—Pero si vos andas en tratos con Satanás, porqué no le pedís ayuda a él. Por tu culpa he perdido otro grado en el escalafón celestial.
—Dale, no seas rencoroso. Además tú te consideras argentino y lo que quiero es que nos des una mano con la Selección. Andamos como el orto en las clasificatorias y cuando nos toque con Brasil, seguro que nos van a dar el pesto. Además don Sata está ayudándolos a ellos …
Aquí intervinieron las dos damas que estaban con él.
—Pero Gabrielito. No puedes permitir que el Diablo salga con la suya y haga ganar a los brasileños. —dijo la más rubia
—Por supuesto que no —interrumpió la que tenía más dientes —Además si lo ganas a don Sata podrías recuperar tus galones…
El alcohol y la noche con sus vicios habían embrutecido al Arcángel Gabriel y endurecido su corazón, pero no lo suficiente como para no darse cuenta de la gran oportunidad que se le presentaba.
Igualmente en un rinconcito de su corazón todavía tremolaba la celeste y blanca.
Se levantó de su asiento y de un manotazo barrió la mesa del bar, tirando al piso los vasos de moscato y mi sánguche de arrollado. No me importó porque no estaba bien picante como me gusta a mí.
—Desde este momento —tronó —me dedicaré de lleno a salvar a la gloriosa Selección Argentina, siempre y cuando no lo pongan a Riquelme.
Una calurosa ovación de los habitués del Bar coronó sus palabras. No me pude contener y corrí a abrazarlo.
continuará
—Lo lamento, Edy, pero no te puedo ayudar en esto. Tu Selección tendrá que arreglárselas sola. Y te diré algo que no se lo he dicho a nadie. Estoy a favor de Brasil.
—Pero Su Excelsa Majestad, hemos sido amigos por mucho tiempo. No me puede dejar a la buena de Dios…
—¡No digas esa palabra, maldito! Yo soy de Brasil y haré todo lo posible para que ganemos a la Argentina por un abultado score. Y no me digas nada más, que no voy a cambiar de opinión…
—Mire Su Gracia Pedorra que yo soy amigo de Mariela Torres…
—Y qué hay con eso? Yo soy amigo de los muchachos de Blá-bla-bla…
—También soy muy, pero muy amigo de Clara y Pepe, Los chuquis. Ambos son muy buenos para el cuchillo y dicen que la Clarita es capaz de castrar a un mosquito en el aire. ¿Eso no le dice nada? Oh Gran Candidato, Compañero de fórmula de Narváez…
—Es inútil que me digas cosas bonitas. Mi respuesta es No…
—Entonces le pediré ayuda a mi Ángel de la Guarda…Oh Pedazo de Sorete de Pelé, Envuelto Para Regalo. Él me ayudará. Me lo debe…
—Jajajajaj Mirá a quien le pedirás ayuda. Nada menos que al borracho del Cabo Miguel…
La gran flauta…Ahora el Arcángel Miguel solamente es Cabo. La última vez que lo vi, era Sargento del Ejército Celestial. ¿Qué macana se habrá mandado?
—Mirá Diablo de Mierda. Tenés 15 segundos para decidir si me vas a ayudar o tendrás que atenerte a las consecuencias…
—¡Mirá como tiemblo, las reputas que te parió! Porqué no le pedís ayuda al Diego? ¿Ustedes los argentinos no decían que era Dios?
Que lo demuestre ahora… y basta de cháchara. Me voy
Y se fue el Diablo maldito.
Me voy a la esquina a tomar el 60, para ir al Bar donde sabe parar mi Ángel de la Guarda. Un poco después del Parque Lezama me bajo y en una callejuela muy frecuentada por mujeres del bajo mundo y que casi todas fuman, en una esquina está el Bar El Limbo. Ahí está el sinvergüenza de Gabriel acompañado de dos mujeres bien pintarrajeadas, comiéndose unos sándwiches de mortadela y tomando unos enormes vasos de moscato.
Me reconoció enseguida:
—¡Edy, viejo y peludo¡ ¡Vení a acompañarnos, la putísima que te reparió!—me dijo cariñosamente
—¡Hola Gabriel, huacho mal nacido, feto de la gallina que ponía los huevos cuadrados! ¿Cómo estás?
—¡Mozo! ¡Traiga un moscato para el Pibe y un sánguche de arrollado bien picante!
Este Gabriel todavía me dice Pibe a pesar que hace raaaaaaato que dejé la pubertad. Y aun se acuerda de mi sandwich preferido. Menos mal que parece de buen humor
—Te quiero pedir un gran favor, Gaby y espero que no me niegues tu ayuda…
—Pero si vos andas en tratos con Satanás, porqué no le pedís ayuda a él. Por tu culpa he perdido otro grado en el escalafón celestial.
—Dale, no seas rencoroso. Además tú te consideras argentino y lo que quiero es que nos des una mano con la Selección. Andamos como el orto en las clasificatorias y cuando nos toque con Brasil, seguro que nos van a dar el pesto. Además don Sata está ayudándolos a ellos …
Aquí intervinieron las dos damas que estaban con él.
—Pero Gabrielito. No puedes permitir que el Diablo salga con la suya y haga ganar a los brasileños. —dijo la más rubia
—Por supuesto que no —interrumpió la que tenía más dientes —Además si lo ganas a don Sata podrías recuperar tus galones…
El alcohol y la noche con sus vicios habían embrutecido al Arcángel Gabriel y endurecido su corazón, pero no lo suficiente como para no darse cuenta de la gran oportunidad que se le presentaba.
Igualmente en un rinconcito de su corazón todavía tremolaba la celeste y blanca.
Se levantó de su asiento y de un manotazo barrió la mesa del bar, tirando al piso los vasos de moscato y mi sánguche de arrollado. No me importó porque no estaba bien picante como me gusta a mí.
—Desde este momento —tronó —me dedicaré de lleno a salvar a la gloriosa Selección Argentina, siempre y cuando no lo pongan a Riquelme.
Una calurosa ovación de los habitués del Bar coronó sus palabras. No me pude contener y corrí a abrazarlo.
continuará
Bromas colectivas
miércoles, 24 de junio de 2009
Lástima que sea rosarino...
Adios, Fito Páez... Ha llegado el día, maldito, en que mi venganza se cumplirá. Hoy será tu último día. El último día de tu vida. No me apiadaré cuando me pidas perdón suplicando, arrastrándote y gimiendo. Ya sé que ni la conociste a ella ni a muchas otras que se enamoraron de tí, de tu esqueleto escuálido, con poquísima carne, de tus anteojitos, para inspirar ternura, mala copia de la figura de John Lennon. Y las que se enamoraron de tí por las letras de tus canciones. ¿Dónde estabas cuando pasó lo que pasó, hablándote al espejo sola? Le dijiste que preferirías su sonrisa a toda la verdad y gracias a ello, cuando le pregunto algo, me contesta con una sonrisa. Yo no soy así, flaco maldito. Yo necesito saber la verdad. Yo sí avanzo un paso, retrocedo y vuelvo a preguntar. No quiero ser como vos, que tu vida gira en contradicción, porque vienes de un barrio tan mezquino y criminal que de nada te sirve vivir y buscás algo por qué morir. Lo has conseguido. He gastado mis ahorros en comprar el arma de tu muerte. No será un objeto inanimado, sino un ser vivo, terrible, que no perdona. Vive agazapada, pero es capaz de saltar tres metros y morderte e inocularte el peor veneno, para el cual no existe antídoto, y ruegas para que llegue pronto la muerte piadosa y te calme esos atroces dolores. Esa arma se llama Segestria senoculata gigantus y me la trajeron expresamente de la selva ecuatoriana. La tengo aquí, en mi bolsillo, en una pequeña cajita envuelta para regalo. Esta noche cuando termine tu concierto, donde habrás nuevamente enamorado a ella y a otras miles de pobres mujeres, tus fans, como las llamas, te haré llegar este regalo. Cuando lo abras, como te gusta hacerlo personalmente, esta araña te saltará y te picará, porque ya está enfurecida y hambrienta. Además, lo que la hará más temible, es haber tenido que soportar todo tu concierto, ja ja ja. En menos de cinco minutos tendremos tu cadáver exquisito. Ya habrás encontrado tu piedra filosofal. Ya tocaste tu último tema y tus fans te piden más. Te haces el que no quiere, el que está cansado, pero por ellas, por tus fans, harás un esfuerzo y tocarás un par de temas más. Aprovecho para abrir la cajita de tu regalo y con un lápiz la molesto un poco para que esté más agresiva. ¡Diablos! ¡No empujen mujeres malditas! ¡Ay! ¡Ah! ¡Ahhggggggggggggggg!
Boosterblog.es
lunes, 22 de junio de 2009
Turistas. Sorpresa en el Parque Italiano
sábado, 20 de junio de 2009
para el turismo 4
.Ni el MacDonald, ni el Burgerking, ni ningún negocio de comida chatarra se pueden comparar con nuestr0 MacPepe y su famosa hamburguesa"Lost". No sé porqué diablos el bueno de Pepe le ha puesto ese nombre. Es cuestión de preguntárselo. Lo encuentran en la esquina de la plaza, al lado de la forrajería.
viernes, 19 de junio de 2009
Para Turistas 3
Para turistas
Pulpo de Campo
En mi pueblo se espera una avalancha de turistas para estas elecciones. Toda la Argentina conoce que este pueblo está a más de 500 Kms. de todo. O sea que el ciudadano que no quiera votar, se viene acá y con solo mostrar la boleta del hotel, o del restaurante, justifica lo que la ley exige. No es obligatorio votar a los que se encuentren a más de 500 kms de su lugar de votación.
En los restaurantes se han esmerado los Chefs en presentar platos tradicionales, exóticos o nuevos. Todo sea para que el turista se sienta cómodo y regrese algún día.
domingo, 14 de junio de 2009
Actividades Parroquiales
Para cuantos entre Ustedes tienen hijos y no lo saben, tenemos en la parroquia una zona arreglada para niños.
El próximo jueves, a las cinco de la tarde, se reunirá el grupo de las mamás. Cuantas señoras deseen entrar a formar parte de las mamás, por favor, pedir entrevista para que las atienda el párroco en su despacho.
El grupo de recuperación de la confianza en sí mismos se reúne el jueves por la tarde, a las ocho. Por favor, para entrar usen la puerta trasera.
El viernes, a las siete, los niños del Oratorio representarán la obra 'Hamlet' de Shakespeare, en el salón de la iglesia. Se invita a toda la comunidad a tomar parte de esta tragedia.
Estimadas señoras, ¡no se olviden de la venta de beneficencia! Es una buena ocasión para liberarse de aquellas cosas inútiles que estorban en casa. Traigan a sus maridos.
Tema de la catequesis de hoy: 'Jesús camina sobre las aguas'. Catequesis de mañana: 'En búsqueda de Jesús'.
El coro de los mayores de sesenta años se suspenderá durante todo el verano, con agradecimiento por parte de toda la parroquia.
Recuerden en la oración a todos aquellos que están cansados y desesperados de nuestra parroquia.
El torneo de baloncesto de las parroquias continúa con el partido del próximo miércoles por la tarde. ¡Venid a aplaudirnos, trataremos de derrotar a Cristo Rey!
El precio para participar en el cursillo sobre 'oración y ayuno' incluye también las comidas.
. Por favor, pongan sus limosnas en el sobre, junto con los difuntos que deseen que recordemos
El párroco encenderá su vela en la del altar. El diácono encenderá la suya en la del párroco, y luego encenderá uno por uno a todos los fieles de la primera fila.
El próximo martes por la noche habrá cena a base de porotos en el salón parroquial. A continuación tendrá lugar un concierto.
Recuerden que el jueves empieza la catequesis para niños y niñas de ambos sexos.
El mes de noviembre terminará con un responso cantado por todos los difuntos de la parroquia.
viernes, 12 de junio de 2009
Se me ocurrió una idea genial
Se me ocurrió una idea genial.
No se como no se me ocurrió antes. Me habría evitado un montón de amarguras y sinsabores y todos andaríamos por la calle sonriendo y felices de la vida por ser argentinos.
Si tengo alguna “amistad” con don Sata, tendría que haberle pedido que ayude a la Selección Argentina en esta Clasificación para el Mundial de Sudáfrica. Yo creo que no me lo hubiera podido negar y ahora, en cuanto venga por acá lo voy a encarar y le voy a decir francamente lo que pretendo. ¡Bah! Lo que pretendemos todos los hinchas de la Selección. No hacer más papelones y clasificar, porque así como vamos, nos quedaremos con las ganas de estar presentes en Sudáfrica.
Para lograr esta ayuda voy a tener que inventar un montón de títulos honoríficos, para inflarle el ego y conseguir su cooperación.
Porque por más que le inflemos el ego al Diego y le digamos a Carlitos que es bello como una Madonna y a Messi que es un genio (aunque sí lo es) y a Demichelis que puede ir adelante a cabecear y a hacer goles y a Heinze que juegue como en Europa y no deje pasar a nadie, no nos servirá, porque cuando estos se juntan, hacen puras cagadas.
Lo que necesitamos es una ayuda del Diablo, pero una buena ayuda que nos dure varios partidos y que si quiere jugar él también, se meta en el cuerpo del Rolfi Montenegro y como si tuviera un cohete en el culo, corra toda la cancha y haga todos los goles necesarios.
En especial contra los brasileños a los que les tengo más cagazo.
Una sola cosa les voy a pedir, queridos colegas y es que me envíen algunos Títulos honoríficos para endilgárselos a don Sata que se pirra por ellos. Mientras más escatológicos, mejor.
Me los mandan en un mail a zumm99999@hotmail.com y así será fácil convencerlo de hacerse hincha argentino
Espero vuestro apoyo patriótico y desinteresado.
No se como no se me ocurrió antes. Me habría evitado un montón de amarguras y sinsabores y todos andaríamos por la calle sonriendo y felices de la vida por ser argentinos.
Si tengo alguna “amistad” con don Sata, tendría que haberle pedido que ayude a la Selección Argentina en esta Clasificación para el Mundial de Sudáfrica. Yo creo que no me lo hubiera podido negar y ahora, en cuanto venga por acá lo voy a encarar y le voy a decir francamente lo que pretendo. ¡Bah! Lo que pretendemos todos los hinchas de la Selección. No hacer más papelones y clasificar, porque así como vamos, nos quedaremos con las ganas de estar presentes en Sudáfrica.
Para lograr esta ayuda voy a tener que inventar un montón de títulos honoríficos, para inflarle el ego y conseguir su cooperación.
Porque por más que le inflemos el ego al Diego y le digamos a Carlitos que es bello como una Madonna y a Messi que es un genio (aunque sí lo es) y a Demichelis que puede ir adelante a cabecear y a hacer goles y a Heinze que juegue como en Europa y no deje pasar a nadie, no nos servirá, porque cuando estos se juntan, hacen puras cagadas.
Lo que necesitamos es una ayuda del Diablo, pero una buena ayuda que nos dure varios partidos y que si quiere jugar él también, se meta en el cuerpo del Rolfi Montenegro y como si tuviera un cohete en el culo, corra toda la cancha y haga todos los goles necesarios.
En especial contra los brasileños a los que les tengo más cagazo.
Una sola cosa les voy a pedir, queridos colegas y es que me envíen algunos Títulos honoríficos para endilgárselos a don Sata que se pirra por ellos. Mientras más escatológicos, mejor.
Me los mandan en un mail a zumm99999@hotmail.com y así será fácil convencerlo de hacerse hincha argentino
Espero vuestro apoyo patriótico y desinteresado.
jueves, 11 de junio de 2009
Otra vez don Sata...
Otra vez don Sata
Desperté sabiendo ya, que don Sata estaba sentado a los pies de mi cama. Pero esta vez yo no estaba solo. Y don Sata pareció no darse cuenta o se hizo el boludo.
Me senté en la cama, encendí la lámpara, tratando que las sábanas cubrieran a mi compañero.
—Dichosos los ojos que lo ven, dignísimo Señor— le mentí
—Estaba aburrido, no podía dormir y me acordé que me debes esa plata y decidí venir a recordarte.
—Ahora mismo lo anoto en mi agenda para no olvidarme, Excelencia. Ya se puede ir a dormir…
—Me estás echando, la puta que te parió
—¡No, Excelso Señor ! ¡Me encanta que me visite a las tres de la mañana!
—¿Y a quien carajo tenés escondida allí en la cama? ¿A alguna minita?
—¡No, Majestad, ojalá! Hace como 6 meses que duermo solo…
—¡Sos un degenerado! Estás durmiendo con un tipo y por el tamaño debe ser un enano…pero un enano con la…
—¡Calla, Montículo de Heces de Camello Fermentadas por el Sol del Desierto de Irak! ¿Qué te crees que soy? ¡La remil puta que te parió!
—Pero no te enojes… Cada cual tiene sus gustos y preferencias sexuales. Conozco a un escritor que…
—Pero yo soy normal, Pedazo de Cocodrilo Muerto por la Gripe Porcina y Convertido en Billetera. Solo estoy durmiendo con mi osito…—y diciendo esto levanté las sábanas para que lo viera.
—¡Uyyy! ¡Es verdad! Y que parecido es tu osito al mío. Solo que el mío es de felpa importada.
—¡Me importa un carajo, como es tu osito! Maldito injerto de Llama de Los Andes con una Rata de Alcantarilla.
—¡Qué cariñoso estás hoy, Edy! A propósito, ¿Sabes que sale de una cruza entre una gallina y un burro?
Como no le contesté se rió a carcajadas y me dijo:
—¡Los ojos se le salen! Ja jajajajaja
No le encontré ninguna gracia.
Desperté sabiendo ya, que don Sata estaba sentado a los pies de mi cama. Pero esta vez yo no estaba solo. Y don Sata pareció no darse cuenta o se hizo el boludo.
Me senté en la cama, encendí la lámpara, tratando que las sábanas cubrieran a mi compañero.
—Dichosos los ojos que lo ven, dignísimo Señor— le mentí
—Estaba aburrido, no podía dormir y me acordé que me debes esa plata y decidí venir a recordarte.
—Ahora mismo lo anoto en mi agenda para no olvidarme, Excelencia. Ya se puede ir a dormir…
—Me estás echando, la puta que te parió
—¡No, Excelso Señor ! ¡Me encanta que me visite a las tres de la mañana!
—¿Y a quien carajo tenés escondida allí en la cama? ¿A alguna minita?
—¡No, Majestad, ojalá! Hace como 6 meses que duermo solo…
—¡Sos un degenerado! Estás durmiendo con un tipo y por el tamaño debe ser un enano…pero un enano con la…
—¡Calla, Montículo de Heces de Camello Fermentadas por el Sol del Desierto de Irak! ¿Qué te crees que soy? ¡La remil puta que te parió!
—Pero no te enojes… Cada cual tiene sus gustos y preferencias sexuales. Conozco a un escritor que…
—Pero yo soy normal, Pedazo de Cocodrilo Muerto por la Gripe Porcina y Convertido en Billetera. Solo estoy durmiendo con mi osito…—y diciendo esto levanté las sábanas para que lo viera.
—¡Uyyy! ¡Es verdad! Y que parecido es tu osito al mío. Solo que el mío es de felpa importada.
—¡Me importa un carajo, como es tu osito! Maldito injerto de Llama de Los Andes con una Rata de Alcantarilla.
—¡Qué cariñoso estás hoy, Edy! A propósito, ¿Sabes que sale de una cruza entre una gallina y un burro?
Como no le contesté se rió a carcajadas y me dijo:
—¡Los ojos se le salen! Ja jajajajaja
No le encontré ninguna gracia.
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