martes, 2 de noviembre de 2010

Pobre mi sicólogo 2

Pobre mi sicólogo.

—Mirá, Andrés. La vamos a hacer corta. Mi hermana quiere que te vea porque me ve medio apático para comer y dice que hablo en sueños.

—Si eso es todo, creo que la deberíamos tratar a ella también. Les puedo hacer un precio por los dos, pero jajaja si traes a tu tío no les cobro nada, jajajajaja. Hasta soy capaz de pagarte yo, unos buenos pesos jajajajaja...

—Eres un maldito, Andrés, pero veo que no te miras al espejo nunca. ¿Ya debutaste sexualmente? O te rendiste y ahora sos un putillo de diploma y todo...

Me miró serio y puso la cara de “dar pena” que usa Nicolás Cage. La verdad es que le sale bién, pero yo que lo conozco, no me dejo engañar.

—Edy, a vos no te puedo mentir. Tengo 35 años y aún no me he acostado con ninguna mujer. Soy un hombre virgen, aunque no quisiera serlo...pero es mi destino...

—¿Entonces eres homosexual, la reputa que te parió?

—No lo creo. Me atraen demasiado las mujeres. Solo que no se me dá. ¿Qué puedo hacer?

—Escuchame, pelafustán. Yo soy el paciente y el que garpa, pero vos me pedís ayuda a mí. El sicólogo sos vos, no yo.

Andrés miró la hora en su reloj. Se veía algo nervioso, pero me quedaban veinte minutos ...

—Edy, dejame actualizar tu ficha y recordar algo de lo anterior tuyo. Comenzaremos el próximo Lunes y después vendrás también los Jueves. Andate ahora y portate bién. Saludos a tu hermanita Rita.

Me acompañó rapidito a la puerta y llamó al ascensor.
—Te espero el Lunes. No falles.

Me extrañó un poco el apuro en despedirme, pero no le dí mayor importancia. Mientras bajaba en el ascensor pensaba en como ayudarlo a conocer a una buena chica. Cuando llegué a la Planta Baja, estaban varias personas esperando para subir. Entre ellas había una figura conocida y muy querida. —!Erika! . Abrió los ojos grandes cuando me vió y se ruborizó: —¡Edy!
La besé en la mejilla y le pregunté a donde iba y si podía acompañarla.
—¡No, Edy! Vengo a buscar a mi novio. Estoy saliendo con Andrés. ¿Te acuerdas de Andrés, el que fue tu sicólogo?

¡Mierda, remierda, carajo, recarajo, puta, reputa, la puta que me parió, la reputa que me parió, La mismísima puta, hija de puta, nieta de puta que lo parió a él, sicólogo de mierda.
¿Y porqué me enojo tanto?
Si yo no salgo con Erika, si fui yo el que la largó. Me molesta que me haya tomado para el churrete, eso es todo. Conociendo como conozco a Erika, se que Andrés perdió su virginidad en la primera salida con ella, alemana maldita. En este momento ella le estará diciendo lo mismo que me decía a mí, la reputa que la parió. En este momento ya le estará sacando los pantalones, como hacía conmigo, la putísima madre...
—Hola, Edy...
—Hola Jéssica. Justo estaba pensando en vos...

1 comentario:

  1. Muy gracioso, claro, porque a mí no me engañaron, por eso me río.

    Un beso.

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